Qué gracioso es el ser humano.
Un día no se levanta de la cama. Se siente solo, desgraciado, gafe, idiota, feo.
Y al día siguiente lo puedes ver de cara al viento. Con una sonrisa en la cara.
Esa soy yo. La de los altibajos. Pero voy a aprovechar mis altos y a ignorar los bajos.
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